Por qué ser optimista es bueno para tu salud
Ser una persona optimista puede ser más importante de lo que imaginas. Inclinarte por los pensamientos positivos no solo te ayuda a sentirte mejor en tu vida cotidiana, sino que funciona como una herramienta para afrontar los problemas y también tiene un efecto favorable para tu salud.
Estudios científicos recientes revelan que, a diferencia de las pesimistas, las personas con un alto grado de optimismo reaccionan mejor ante un diagnóstico que implique un problema de salud.
El optimismo reduce la posibilidad de contraer enfermedades del corazón
Las personas con una tendencia a contraer enfermedades del corazón que mantenían una actitud positiva, tuvieron menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco u otra complicación cardiovascular.
Los investigadores Charles Carver y MIchael Sheier realizaron un estudio a un grupo de hombres a los que se les iba a practicar un by-pass coronario. Antes de realizar la intervención quirúrgica, se procedió a medir sus niveles de pesimismo y optimismo. A partir de los resultados se pudo observar que:
- Los pacientes con una actitud optimista demostraron un menor nivel de depresión y hostilidad, previamente a la operación. Una semana posterior a la intervención, se mostraron contentos por los resultados y contenidos por sus seres queridos.
- A su vez, seis meses después de la cirugía, la calidad de vida de los pacientes optimistas era notablemente mayor a la de aquellos que presentaron una actitud negativa.
- Los optimistas hacían más deporte, se alimentaban mejor, tomaban vitaminas y participaban en grupos de rehabilitación cardíaca. Todos estos factores indican que estos pacientes estaban más involucrados en el cuidado de su salud.
Ser optimista mejora la salud mental
Un estudio realizado por la Universidad de Yale (Connecticut, Estados Unidos) reveló que los adultos mayores con una actitud positiva redujeron un 50% menos de posibilidades de desarrollar algún tipo de patología mental propia de la edad, a diferencia de quienes optaron tener y alimentar creencias negativas sobre los deterioros en edad avanzada.
De esta manera, se descubrió que las creencias culturales sobre el envejecimiento natural del cuerpo y de la mente, realmente influyen sobre el riesgo en las personas mayores de desarrollar demencia. Esta enfermedad mental se carateriza por causar pérdida de memoria y dificultad en el juicio, el habla y el comportamiento. Es por ello que es tan importante prevenirla y mantener la mente tan activa como positiva.
Otro factor relacionado con la salud mental, es el estrés. Desarrollar un cuadro de estrés es una situación muy común en la actualidad, dado el ritmo de vida acelerado que caracteriza a la humanidad en general.
Según los especialistas, las personas que afrontan la vida con optimismo, tienden a tener menos posibilidades de estar estresadas, lo cual no solo mejora la salud mental, sino que también contribuye al bienestar físico, ya que está comprobado que los altos niveles de estrés se manifiestan a través de síntomas físicos.
Tener una actitud positiva baja tus niveles de cortisol
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que se libera como respuesta al estrés, que contribuye a incrementar la presión sanguínea y debilitar el sistema inmunológico.
Cuando tenemos muy altos los niveles de cortisol, nuestro cuerpo puede experimentar pérdida de la masa muscular, aumento de peso, incremento de la presión arterial, disminución de la testosterona, entre muchos otras consecuencias.
Tener la “hormona del estrés” en un nivel alto, puede favorecer a la aparición de trastornos como demencia, depresión, síndrome de fatiga crónico, ansiedad, entre otras afecciones. Si bien para mantener controlados los niveles de cortisol es necesario acudir al médico, mantener una actitud positiva puede ayudarte mucho.