Aquellas personas que aman la playa y la eligen como destino recurrente de viajes o vacaciones, entenderán de lo que hablamos. La sensación de los pies sobre la arena, el sonido arrullador del mar y sus bellos colores, son algunos de los encantos que ayudan a relajarnos y transmitirnos tranquilidad.
Según la ciencia, la playa tiene consecuencias beneficiosas reales sobre nuestra salud, tanto física como mental.